jueves, 27 de diciembre de 2012

OBRA INÉDITA APORTADA POR UN LECTOR (III)


Nos llevamos una sorpresa muy agradable hace un tiempo, al recibir por correo electrónico una serie de imágenes tanto generales como de detalle de la siguiente obra. Y es que esta singular pintura no parecía corresponder a los cánones habituales de Eliseo Meifrén.

Rozando casi la abstracción, este paisaje rocoso presenta una pincelada totalmente deshinibida, una contundencia insólita. No existe el menor refinamiento ni la búsqueda de detalle, sino el mero intento de transmitir la fuerza de la naturaleza como único concepto.

El Meifrén más conocido deja paso ahora al pintor más audaz. Por ello, y quizá intentando identificar al origen o localización de esta pintura, nos trasladamos a la llegada de Eliseo a Mallorca, tras el llamado de su amigo Joaquín Mir, pues de este último nos parece reconocer una clara influencia. Mir llegó a Mallorca en 1900, junto a su amigo Santiago Rusiñol y puede decirse que en esta isla, cambió tanto su manera de percibir el mundo y entender el arte.

Un Mir casi extasiado le transmitía a su amigo Rusiñol: "pinto en un sitio por el que sólo paso yo y alguna bestia inconsciente. El paso, en el que sólo caben, justo, los pies, es un terraplén de rocas resbaladizas que van a parar directamente al mar. Si me fallasen los pies y resbalara no creo que volviera a hablarse de mí en el mundo de los vivos. Pero cuando se está allí, Santiago, ¡Qué espectáculo! A la derecha, la cala de san Vicente, a la puesta de sol roja, del color del fuego. El mar, azul cobalto, refleja aquellas rocas encendidas y queda también rojo como la sangre. A la izquierda los contrafuertes del Castillo del Rey, a contraluz, grises a la sombra. En aquel lado, el agua toma tonos de plata. Añade los morados de las algas del fondo y el de las higueras silvestres que penden hasta tocar el agua y ¡Qué cosa, Santiago! ¡Qué locura de colores! ¡Están todos! Todos los de la paleta..."

Meifén llegó a Mallorca en torno a 1902 y ahí también, pero sin llegar al derroche de color y a la disolución de la forma, que nos presenta Joaquín Mir, descubrió una naturaleza todavía ignota que le hizo liberarse y extremar su paleta de colores. 

Tras un desgraciado accidente al despeñarse, un Mir transtornado es trasladado al Sanatorio Mental Pera Mata de Reus, donde residirá hasta 1907, el mismo año en que Meifrén es nombrado Director de la Escuela de Bellas Artes de Palma de Mallorca. Eliseo Meifrén continuó su periplo por diversos países, mientras que Mir prácticamente no viajó más que en su entorno más cercano (Mollet, Costa Brava, Andorra, Vilanova i la Geltrú). Ellos dos continuaron siendo buenos amigos durante el resto de su vida que, curiosamente, acabó con escasos meses de diferencia, el año 1940.

Ficha de la obra:

Paisaje Rocoso. Óleo sobre lienzo adherido a cartón. 
Firmado en el ángulo inferior izquierdo. 
Autor: Eliseo Meifrén i Roig (1857-1940). 
Medidas: 24 x 33 cm
Numeración al dorso.


Paisaje. Óleo/lienzo adherido a cartón. Firmado. Eliseo Meifrén

Dorso de la obra anterior. 
Paisaje de Mallorca. Joaquín Mir Trinxet. Hacia 1902. 

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