Nos llevamos una
sorpresa muy agradable hace un tiempo, al recibir por correo electrónico una
serie de imágenes tanto generales como de detalle de la siguiente obra. Y es que
esta singular pintura no parecía corresponder a los cánones habituales de
Eliseo Meifrén.
Rozando casi la abstracción,
este paisaje rocoso presenta una pincelada totalmente deshinibida, una contundencia
insólita. No existe el menor refinamiento ni la búsqueda de detalle, sino el mero
intento de transmitir la fuerza de la naturaleza como único concepto.
El Meifrén más
conocido deja paso ahora al pintor más audaz. Por ello, y quizá intentando
identificar al origen o localización de esta pintura, nos trasladamos a la
llegada de Eliseo a Mallorca, tras el llamado de su amigo Joaquín Mir, pues de
este último nos parece reconocer una clara influencia. Mir llegó a Mallorca en
1900, junto a su amigo Santiago Rusiñol y puede decirse que en esta isla,
cambió tanto su manera de percibir el mundo y entender el arte.
Un Mir casi
extasiado le transmitía a su amigo Rusiñol: "pinto en un sitio por el que
sólo paso yo y alguna bestia inconsciente. El paso, en el que sólo caben,
justo, los pies, es un terraplén de rocas resbaladizas que van a parar directamente
al mar. Si me fallasen los pies y resbalara no creo que volviera a hablarse de
mí en el mundo de los vivos. Pero cuando se está allí, Santiago, ¡Qué
espectáculo! A la derecha, la cala de san Vicente, a la puesta de sol roja, del
color del fuego. El mar, azul cobalto, refleja aquellas rocas encendidas y
queda también rojo como la sangre. A la izquierda los contrafuertes del
Castillo del Rey, a contraluz, grises a la sombra. En aquel lado, el agua toma
tonos de plata. Añade los morados de las algas del fondo y el de las higueras
silvestres que penden hasta tocar el agua y ¡Qué cosa, Santiago! ¡Qué locura de
colores! ¡Están todos! Todos los de la paleta..."
Meifén llegó a Mallorca en torno a 1902 y ahí también, pero sin llegar al
derroche de color y a la disolución de la forma, que nos presenta Joaquín Mir, descubrió
una naturaleza todavía ignota que le hizo liberarse y extremar su paleta de colores.
Tras un desgraciado accidente al despeñarse, un Mir transtornado es
trasladado al Sanatorio Mental Pera Mata de Reus, donde residirá hasta 1907, el
mismo año en que Meifrén es nombrado Director de la Escuela de Bellas Artes de
Palma de Mallorca. Eliseo Meifrén continuó su periplo por diversos países,
mientras que Mir prácticamente no viajó más que en su entorno más cercano
(Mollet, Costa Brava, Andorra, Vilanova i la Geltrú). Ellos dos continuaron
siendo buenos amigos durante el resto de su vida que, curiosamente, acabó con
escasos meses de diferencia, el año 1940.
Ficha de la obra:
Paisaje Rocoso. Óleo sobre lienzo adherido a cartón.
Firmado en el ángulo
inferior izquierdo.
Autor: Eliseo Meifrén i Roig (1857-1940).
Medidas: 24 x 33 cm.
Medidas: 24 x 33 cm.
Numeración al
dorso.
Paisaje. Óleo/lienzo adherido a cartón. Firmado. Eliseo Meifrén |
Dorso de la obra anterior. |
Paisaje de Mallorca. Joaquín Mir Trinxet. Hacia 1902. |
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